La retórica no sé si sea mi especialidad, quizás no lo son tampoco mis expresiones en la cara; quizás divague entre lo sentido, lo expresado y lo aludido referido a lo que piensas, a lo que crees que hago, lo que digo.
En tanto más hablo, más deseo callar, y explicar a su vez todo lo que me pasa. Segura estoy de que aunque rompa mi corazón hay cosas que no cambiarán… me fuí antes, lo sigo haciendo y lo haré más adelante. Jamás te quise hacer mal, jamás he querido que te crees ilusiones con respecto a mí, y como siempre lo digo: no soy buena persona y no tengo ni deseo tener algo concreto que entregar; ni a ti ni a alguien más.
Supongo que esto duele porque incluso yo no puedo sostener las lágrimas, pero reitero; esto es lo que soy y tu costumbre de “acostumbrarte” a mí no hace más que obligarme (inconcientemente) a hacer este juego en el que no puedo continuar.
Te quiero - una y mil veces-
No es suficiente
No es suficiente
No es suficiente.
El corazón explota
El miedo intenso
Lo único que se hacer
Bien
Es correr / huir.
No lo intentes
Yo no lo hago
Nadie debe
Y déjame así.
Se va el tiempo
Entenderemos que lo mejor fue esto, fue aquello
Aún falta poco
Te quiero
ya sé cual es la solución, y aunque me da miedo sé que será lo mejor...
*imagen de Google