Es difícil escribir con respecto a ti; es difícil pues no sé que decirte, no sé si te interesa saber de mí, si alguna vez te interesó. No sé tampoco que pasa contigo, si sigues aquí o te largaste de esta espantosa ciudad otra vez. Y bien, lo único cierto es mi miedo y mis ganas de encontrarte a la vuelta de la esquina, quizá ya no para robarte un beso o pretender tener algo contigo, no será para demostrarte que el amor verdadero si existe, no para decirte que podría ser la mujer con la que podrías formar una familia ni que seré yo quien te haga sentir algo diferente pues ya no hay nada de eso, de hecho creo que apenas pizcas de ello quedan; el resto es lo típico en mí: sé lo que no quiero y no lo que si.
Ahora que me desahogo escribiendo estas frases, sin saber si algún día leerás esto y, si algún día te das cuenta que esto es para ti creo que algo cambiará, quizás ese día ya no sea todo en vano y tan solo quizás te puedas dar cuenta de todo lo que quise e intenté que todo fuera diferente. Por ahora la lección vuelve a estar aprendida; contigo no hubo presente (menos futuro), solo espejismos de un juego en el que yo comenzaba a contar y en el que tú no esperaste que yo terminara para esconderte y dejarme jugando sola.