lunes, 15 de octubre de 2012

10


Fueron cayendo lágrimas blancas como ríos entre mis dedos

leí cada párrafo desde la neblina que me otorgaba mi rímel

mi cabeza aún más pesada y mi boca seca, comencé a recordar.



Estaba sentada intentando encontrar algo más;

un juego sutil entre nuestros dedos recorriendo cada rincón,

besos extraños como nunca antes los había sentido

y estabas tú detrás de las palabras siniestras de ese pecado.



Una vez más te vi;

los pétalos ínfimos en el suelo me hicieron desaparecer,

llegué al calor que me entregaron sus abrazos,

entendí que lo que recordaba estaba a punto suceder.



Mis lágrimas aún intactas entre mis mejillas,

Tú, frente a mí con el cuerpo despellejado

Y yo mirando tras un temporal de remordimientos.