viernes, 29 de marzo de 2013

Sin esperar



Empiezo acá de inmediato porque sé que hoy no me equivocaré ni lo haré más, hoy he dado un paso al lado y uno más y estoy bien; avansando.
Sentí ese olor que hace tiempo no me cautivaba, ese gustito rico, se me apretó la pansa y temblé, pero al rato todo pasó y fué genial, de hecho espero un poco más.
Sí, podría decir que a ratos se quita ese malestar y sonrío otra vez.


Quizás en el sur <3 br="">

martes, 26 de marzo de 2013

16




Tengo ganas de escribir, de dejar que la locura fluya entretenida como cascadas de colores de las montañas más altas. Estoy extraña, o por lo menos así lo siento, pero sucede que he estado pensando en cosas… cosas que ya se me habían quitado, y es para asustarse realmente, pero es tan bello también.
Ahora estoy tan… rara, de hecho estoy sorprendida de mi misma, de lo que pienso y de lo que alucino. Tengo miedo, pero deseo hacerlo, y es quizás siempre me ha gustado hacerlo. Al final como un día me dijo alguien, siempre he sido yo la cagá de la cabeza que necesita hacer enferma las cosas.

Eso, adiós!

lunes, 18 de marzo de 2013

18/03 Amor




Son tantas cosas, cabos sueltos y redadas que se entrelazan entre nuestros caminos, pero que va! ya no es el nuestro, es de ambas por separado. No me había dado el tiempo para escribirlo, para aclarar algo más mis ideas, y aquí estoy; no siendo una buena escritora ni mucho menos redactora, pues hoy, sólo son ideas de algo que creo puede ser.
Me cansé el lunes pasado de esperar y claramente me arrepiento de quizás no haber seguido así, pues de alguna u otra forma “estábamos”; ahora no. Contigo me pasan cosas, siento mariposas y más de alguna vez he pensado que si algún día puedo darte mi vida para qué tú vivas no pasaría ni una milésima de segundo en que yo siguiera viviendo, pues ya te la hubiese dado.
Es extraño, tengo pensamientos de haberte escuchado decir que me amas, yo igual te lo dije. Te creo, me crees o por lo menos hasta el lunes pasado era así. Te despediste diciendo que quizás en otra vida, pero yo no sé si existe otra, además aún así quiero empezar en esta vida a amarte - bueno, seguir haciéndolo - pues el tiempo a tu lado es corto, es corta una sola vida para amarte. Y así, suma y sigue. Leí tantos mensajes diciendo que querías que fuera yo la mujer a la que miraras cada mañana al despertar y al anochecer, y aquí estoy, acostada sola abrazada a tu chaleco. Dijiste que quizás no eras tú la mujer que yo quería y no te imaginas, siempre quise estar con una mujer como tú. Yo sé que no eres perfecta, ni yo tampoco lo soy, pero estoy profundamente enamorada de ti, y así como amo tus virtudes he aprendido a amar cada defecto tuyo, cada cosa hasta lo más mínimo de tí.
Sabemos bien que no fuiste la primera mujer con la que he estado, pero sin lugar a duda fuiste tú de la primera de la cual me enamoro, así de simple. Sabes? Lo más triste de todo es que no puedo entender que si nos amamos como nos amamos por qué no estamos juntas… No entiendo. No sé lo que hice mal, cuál fue el error que cometí, qué dije o hice tan grave como para que te dejara de gustar… por que supongo que es eso. Dicen que cada personita tiene un amor en la vida, hay algunos que se quedan con esa personita especial, y otras que no… Tú para mí haz sido esa personita especial que siempre me hizo feliz y con la cual siempre querré estar…
Es verdá, me carga andar de patética por la vida, y dentro de quitarme eso he salido, conversado conocido y reconocido a gente, pero al final del día el resultado es uno sólo; tú.
Dentro de todo tengo miedo de ir a buscar mis cosas y de entregarte lo que te tengo, te juro que correría a ti, sólo con el afán de verte, pero no me alcanza para eso… no soy capaz ni siquiera de decir tu nombre, nada, absolutamente nada… y tú, no sé… Estoy tratando de quitarme cada ilusión con respecto a ti, a llorar menos, a olvidarme aunque sea por medio minuto de ti. Y yo que pensaba que cuando no nos veíamos en días te extrañaba, esto es peor. Esta semana ha sido un siglo. Todo es tan lento, tan aburrido, tan negro, tan todo y tan nada también.
Una de las cosas que me pasan es que creo que si algún día te das cuenta que quieres estar conmigo no harás nada y eso me duele porque yo pretendo esperarte toda la vida aunque muera en el intento, porque no me importa y porque no quiero sacarte de mí…
He intentado darte tanto, por lo menos lo hice, pero no sé… siento que algo faltó, algo se me pasó y acabé arruinando lo que teníamos y no sé, he hecho memoria, darme cuenta de mis errores queriendo volver el tiempo atrás, y al final sólo me quedo así, sintiéndome vacía, destruida, sin saber a dónde voy ni que quiero, nada.
Tengo tantas ganas de verte, de sentirte, de escuchar que dices mi nombre o un te amo, pero hay nada…. Sólo seguir esperando.
He sentido el frío, la soledad, el vacío. Hasta ahora me quiero morir porque esta sensación maricona de sentirme sin ti es atroz. Quizás muerta dejaría de estar así y por lo menos así te podría cuidar desde el cielo, qué se yo…
Por la cresta, a veces como me gustaría no amarte tanto para que todo fuera más fácil. Como me gustaría olvidarte y sacarte rápido de mí. Como me gustaría conocer a alguien que fuera igual a ti, y como me gustaría que volvieras a sentir lo que sentías por mí, que volvieras a hacer hasta casi lo imposible por estar conmigo o decirme que me amas…
No sé cómo estás, ni nada tuyo y es horrible, y no por el hecho de estar a cada instante contigo es sólo porque simplemente te extraño, porque quiero estar ahí, aunque sea a la distancia… Si pudiera volver a empezar te daría una vida nueva, libertades, derechos y obligaciones, ganas de seguir, apoyo, compañerismo, amistad, todo lo que puedo, pero al final, y lo más importante; te seguiría dando amor, mi amor.


lunes, 11 de marzo de 2013

Luciano a la cuenta de tres: 1, 2 y 3…




Lo pensó. Comenzó por lo más difícil de una. Miró lo que aún quedaba; una mísera parte se quería quedar, el resto ya vagaba entre las oleadas que susurraba el viento en su cara. Lo volvió a pensar, se negó/renegó, pero cayó en sí. Miró de frente, no podía sostener sus piernas, ni brazos, ni su torso… calló rendido, con la cabeza encorvada miró sus pies; le pareció tan lejano su cuerpo. La soga al cuello lo asfixiaba un poco más a cada instante, el agua cristalina y dulzona brotó de sus ojos, se le nubló la vista y no vio.
Alejado, y aún más, perdió el control, rió y rió… se cagó de la risa el idiota; al segundo después volvió a sentir que le desgarraban el alma. Volvió a llorar. Pasaron horas, quizás días, meses o años, el nunca lo supo. Se fatigó. Se cansó.
Al tiempo dejó de sentir; el alma ya no estaba, sólo tenía un vacío en su pecho, un vació en el cual sólo quedaba el eco de un nombre que cada vez se le hacía más difícil recordar y más extraño también. Él olvidó los gritos y los llantos y los suspiros y los besos y los abrazos y todo. Perdió todo.
Secó sus lágrimas, sacudió su ropa, limó sus dientes y miró por última vez la tierra tan de cerca. Con algo más que suerte logró ponerse de pié. Sus fuerzas ya no eran las mismas, nunca supo porque volvía a mirar desde arriba ni qué lo impulsó a hacerlo, sólo lo hacía porque sí. Comenzó con un paso debilucho, el muy jetón casi se cayó un par de veces, pero siguió. Aún le dolía no tener algo, no sentir, pero siguió. Caminó sin parar.
En un momento tomó un par de ramas caídos de un nogal, las usó de casa para los días de lluvia, hiló unos retazos a su ropa para emperifollarse un poco, le dio color a sus rostro con alguna que otra sonrisa, y en una caja juntó sus más valiosos recuerdos. Cada cosa que pudo la tomó, le dio valor  y siguió.
El trecho se le hizo inmenso, el viaje lo alejó. Perdió a quien más amaba, pero supo que esa chica algún día le agradecería poder dejarla ser feliz. De su familia nunca más se supo aunque todos creen que siguen viviendo ahí; los amigos tampoco volvieron a saber de él.
Se dedicó a borrar cada huella, a no dejar rastro alguno, a confundirse entre la gente, y así desapareció.


Te cuento un secreto?....
…Luciano, a veces así me llamo…


*  A punto de tomar una desición *